Por causa de la Precesión de los Equinoccios se va modificando paulatinamente la dirección hacia la que apunta un triángulo rectángulo a la salida del Sol de cada equinoccio vernal, o de primavera, en el Hemisferio Norte.
La astronomía alcanzó un alto desarrollo durante la Edad Helenística en que funcionó la Biblioteca de Alejandría -entre el 200 a.C. y el 200 de nuestra era-. El Equinoccio Vernal en el Hemisferio Norte se situó en esa época entre las fronteras de las constelaciones de las estrellas fijas de Aries y Piscis.
Los astrólogos de la época dividieron el círculo de la eclíptica en doce segmentos iguales de 30° usando este punto cero como un marco de referencia. A estos segmentos se les dieron los mismos nombres de las constelaciones de estrellas fijas que quedaban más o menos encuadradas por estas zonas.
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